martes, 19 de febrero de 2013

Autobiografía - Ana Manzanares

Mi experiencia con la expresividad es bastante escasa, se centra únicamente en los años de educación primaria y en el primer año de bachiller, tanto en educación física como en una optativa de teatro.

Durante la educación primaria, realizábamos los típicos festivales de Navidad y de final de curso en los que, junto a las maestras, preparábamos un teatro representando el nacimiento  y la Navidad y algún baile con alguna canción que estuviera de moda en su momento (de hecho recuerdo que en el primer año bailamos La Macarena). A final de curso, también realizábamos bailes pero, en esta ocasión, los más mayores realizaban sus coreografías sin ser guiados por los maestros.

En la etapa de bachiller, en Educación Física tuvimos que prepararnos una coreografía en grupo (grupos de entre 4 y 6 personas mixtos) y a final de curso representarla delante de todo el instituto a modo de despedida ya que el próximo curso sería bastante estresante en comparación al resto.

Por otro lado, en teatro nos pasamos todo el curso realizando pequeños teatrillos ya preparados anteriormente, pero no conocidos, aunque nunca cara al público, de modo que tampoco es que fuera muy motivador que digamos, pero ahí el problema lo veo en la metología del profesor más que en la asignatura en sí.

En general mi experiencia ha sido bastante buena con lo relacionado con la expresividad, la recuerdo con mucha vergüenza de movernos al principio, pero después disfrutando y divirtiéndonos mucho.

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